La cultura de masas, tan alejada de las altas esferas del Arte, acabó triunfando en los circuitos institucionales gracias al movimiento Pop. Lo que nació como reacción frente al elitismo de la Abstracción, acabó relevándola en un mercado artístico que muy pronto comenzó a perseguir con avidez los nuevos iconos basados en la reproducción de productos como detergentes y latas de sopa.
Andy Warhol
Fue la Galeria Whitechapel de Londres la que organizó en 1956 la primera exposición dedicada al Pop Art, un movimiento definido así por Lawrence Alloway en referencia a la atracción que sentían sus miembros por una cultura basada en el cine, el comic y la publicidad.
Roy Lichtenstein Junto a Alloway estaban presentes en esa exposición Richard Hamilton, Eduardo Paolozzi y otros miembros del autodenominado Grupo Independiente que fundaron en 1952 un puñado de alumnos de la Escuela Central de Arte y Diseño de Londres.
Paralelamente, en Estados Unidos se venía gestando un sólido movimiento Pop que partía de la renovación impulsada por artistas como Jasper Johns y Robert Rauschenberg a la busca de un nuevo lenguaje figurativo. Tras ellos llegaron creadores como Roy Lichtenstein, James Rosenquist, Tom Wesselmann y Andy Warhol que dieron otra vuelta de tuerca a aquella iniciativa con la incorporación de técnicas y lenguajes propios del sistema de producción de bienes de consumo.
El ‘Star Sistem’ de Hollywood, la moda y la publicidad se convirtieron enseguida en las principales fuentes de inspiración de unos artistas que lo miraban todo con la más corrosiva de las ironías. Los escultores comenzaron a utilizar materiales de desecho para construir sus obras y el cine y la fotografía se consagraron definitivamente como lenguajes del Arte visual. Happenings, performances, puestas en escena... todo podía ser Arte, incluso lo que es efímero por su propia esencia y, por lo tanto, imposible de coleccionar. También lo que se podía repetir en miles de unidades idénticas, lo que venía a destruir el tradicional concepto del Arte como bien exclusivo.
Las dos corrientes más sólidas del Pop Art, la británica y la norteamericana, nacieron y se desarrollaron de manera simultánea pero prácticamente no se influyeron la una a la otra porque sus representantes no mantuvieron contactos significativos.
Ambas tenían un carácter eminentemente urbano y sus manifestaciones plásticas eran el reflejo de un nuevo estilo de vida rendido ante las nuevas tecnologías, la moda y el consumo, tres realidades que llegaron a lo más alto de los circuitos institucionalizados de la cultura gracias a este movimiento artístico.
También en España, desde el hartón de introspección que había supuesto el informalismo de El Paso y otros artistas Tapies, Chillida, Lucio Muñoz. los artistas empiezan a salir a la calle y a mirar el mundo que les rodea: una sociedad de industrialización incipiente (máquinas, coche, electrodomésticos, etc.) y de turistas.Ante ese panorama y provistos de un buen concimiento de la Historia de España y de la Historia del Arte, incluidas la vanguardia, así como del arte que se hacía en Europa por estos años (el pop inglés) acompañado de un espíritu crítico respecto a la situación política y social, tres artistas de Valencia lanzan una nueva mirada al país, el arte, la situación política y el papel del artista en esa sociedad.
Son Rafael Solbes (1940-1981), Manolo Valdés (1942) y Juan Antonio Toledo (1940), quienes a finales de 1964 forman el Equipo Crónica, junto con el crítico e historiador Tomás Llorens, como una derivación de Estampa popular de Valencia.
Llorens explica las bases teóricas del Equipo en un texto titulado "La distanciación de la Distanciación", y los tres pintores firman un manifiesto a finales de 1965, donde se definen como un grupo de trabajo, con métodos colectivos y fines supraindividuales.
Muchas de estas ideas recuerdan al Equipo57, pero a diferencia de aquéllos no tienen fines científicos ni experimentales; parten de un estilo propio, directo, de imágenes claras que todos pueden leer (procedan del campo que procedan). "Crónica de la Realidad -decían en aquel manifiesto- es la suma de las finalidades del realismo social pero utilizando los sistemas de imágenes pertenecientes a las experiencias visivas del hombre de hoy, haciendo coincidir la intencionalidad de la obra de arte con la función dialéctica que desempeña en la formación de los grupos sociales".
Realistas sí, pero de su tiempo.Solbes y Valdés ,Toledo se retira pronto, trabajan siempre en equipo, compartiendo tanto la investigación como la realización de las obras, de tal forma., que a la muerte de Solbes, en 1981, el Equipo desaparece.
Y trabajan en series, como Arroyo, lo que les permite analizar un mismo tema con variantes.
Crónica parte de unos orígenes humildes plásticamente, y muy acordes, desde el punto de vista visual, con la sociedad española a la que iban dirigidos, como la serie ¡América, América! (1965) -donde la figura de Mickey se repite exactamente igual 19 veces en una cuadrícula y la número 20 es sustituido por la seta atómica, o Vietnam, de 1966: imágenes casi monocromas, muy próximas a los medios de comunicación, a la foto de periódico sobre todo.
A partir de ahí, y con un punto de inflexión decisivo que es Latin Lover, de 1966, donde aparece el color, las tintas planas y muchos de sus recursos posteriores, van enriqueciendo paulatinamente su lenguaje para ponerlo al servicio de la crítica política, con la violencia institucional y el poder como temas principales, en series como La recuperación, de 1967-1969 o Policía y Cultura, de 1971.
En La recuperación los motivos protagonistas son los mitos de la España del siglo de Oro en el contexto del primer consumo de los años sesenta. Las imágenes de la pintura española no aparecen como tales imágenes de alta cultura, sino como imágenes de los medios de comunicación, como ocurría con Picasso para Lichestein.
De esta manera lanzan una mirada irónica sobre esos mitos que el poder impone y utiliza: El Greco, Goya y Velázquezy sus personajes ,el caballero de la mano en el pecho, el conde duque de Olivares, la duquesa de Alba,
desmitificándolos al sacarlos de su contexto habitual y colocarlos en uno nuevo, en un ambiente moderno y en actitudes propias de hoy: cortando una cinta ante el sol del imperio como corresponde a un gobernante, detrás de una mesa como interrogador o entre lavadoras y ollas exprés (ya no pucheros).
Al mismo tiempo que hace una labor crítica y desmitificadora, el Equipo Crónica pone en cuestión el papel del arte ,sobre todo de la vanguardia, en relación con la situación política y cultural española.
La pintura es la protagonista de la Serie Negra, de 1972, y de Billar,
de 1977, como lo es también en una serie de raíz política, Paredones de 1975-1976, hecha después de los últimos fusilamientos que tuvieron lugar en España y donde lo que se rompe es la paleta del pintor, que aparece junto a una figura a lo Klee, a lo Picasso... de ojos vendados y un paredón que es también un cuadro vanguardista
Integrantes del movimiento Estampa Popular, que se definía por su adscripción a una estética del realismo y la crítica social, Juan Antonio Toledo, Rafael Solbes y Manolo Valdés decidieron constituirse en el Equipo Crónica y trabajar conjuntamente.
En 1965 participaron en el XVI Salón de la Jeune Peinture de París bajo el nombre de Equipo Crónica. Si bien las obras que presentaron fueron realizadas individualmente, el espíritu de trabajo en equipo bajo los mismos presupuestos estéticos estaba ya plenamente consolidado.
Juan A. Toledo acabaría abandonando el grupo al poco tiempo. Quedó pues éste constituido por Rafael Solbes (1940-1981) y Manuel Valdés (1942) hasta 1981, fecha en la que el fallecimiento de Rafael Solbes supuso la desaparición del Equipo y el inicio de la carrera en solitario de Manolo Valdés.
Equipo Crónica. homenage sin Picasso, 1966-1975
En 1965 participaron en el XVI Salón de la Jeune Peinture de París bajo el nombre de Equipo Crónica. Si bien las obras que presentaron fueron realizadas individualmente, el espíritu de trabajo en equipo bajo los mismos presupuestos estéticos estaba ya plenamente consolidado.
Juan A. Toledo acabaría abandonando el grupo al poco tiempo. Quedó pues éste constituido por Rafael Solbes (1940-1981) y Manuel Valdés (1942) hasta 1981, fecha en la que el fallecimiento de Rafael Solbes supuso la desaparición del Equipo y el inicio de la carrera en solitario de Manolo Valdés.
Equipo Crónica. homenage sin Picasso, 1966-1975
Valdés y Solbes se incorporaron estilísticamente al movimiento internacional que rechazó la poética del informalismo y del expresionismo abstracto, para introducir una marca de «realismo», de «asepsia pictórica», usando los elementos «lingüísticos» de los medios de masas para elaborar su propia poética, su «forma pictórica».
Como indica el comisario de la exposición: Desde un punto de vista formal, tomaron sus recursos plásticos de los medios de masas y participaron de la gran corriente internacional que fue el Pop Art. Pero no se limitaron a constituir una especie de sucursal española del pop, sino que afirmaron su personalidad a través de una manera de hacer que los distinguió del resto.
Como indica el comisario de la exposición: Desde un punto de vista formal, tomaron sus recursos plásticos de los medios de masas y participaron de la gran corriente internacional que fue el Pop Art. Pero no se limitaron a constituir una especie de sucursal española del pop, sino que afirmaron su personalidad a través de una manera de hacer que los distinguió del resto.
El Equipo Crónica emplea la figuración concebida con un carácter crítico, de reportaje o crónica de la realidad social y política. En su obra los objetos no son interpretados como formas estéticas sino como elementos inmersos en un todo social, cultural o histórico, poseedores de un sentido, significado o valor representativo de esta realidad.
Al igual que los otros estilos del Pop Art, el Equipo Crónica fue, a nivel estético, una reacción contra el lirismo y la expresión personal de los diversos estilos informales que dominaron durante la posguerra en ambos lados del Atlántico. Por otra parte, difería mucho en cuanto a intenciones y objetivos, así como respecto a las fuentes de inspiración y antecedentes del resto de manifestaciones Pop Art de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia o los países escandinavos.
Además de los recursos habituales del Pop Art como las tintas planas, la utilización de imágenes tomadas de los medios de comunicación o de otros depósitos visuales de la cultura de masas (cartel, cine, fotografía, cómic) utilizaron la historia de la pintura y las Vanguardias del siglo XX para elaborar su lenguaje plástico. Así, en sus obras se encuentran referencias a artistas como Roy Lichtenstein, Edward Hopper, Fernand Léger, Giorgio de Chirico, José Gutiérrez Solana, Georg Grosz, Yves Tanguy, Valerio Adami, Vassily Kandinsky o Max Ernst entre otros.
El Equipo Crónica conectó con los presupuestos básicos de la pintura moderna, analizándola en sus componentes icónicos clásicos, establecidos como memoria colectiva, y combinándolos con las imágenes de los medios de masas.
Coincidieron con los otros modos del Pop Art en su reacción contra el informalismo y el lirismo, pero sus intenciones y objetivos eran distintos, su programa tenía un componente claramente político, pues muchas de sus obras criticaban la política española y cuestionaban la historia del arte en un estilo que a veces se hacía auto-referencial.
Coincidieron con los otros modos del Pop Art en su reacción contra el informalismo y el lirismo, pero sus intenciones y objetivos eran distintos, su programa tenía un componente claramente político, pues muchas de sus obras criticaban la política española y cuestionaban la historia del arte en un estilo que a veces se hacía auto-referencial.
Bebiendo de las fuentes de sus raíces y de sus apropiaciones, el Equipo Crónica empareja referentes antagónicos, lo popular y lo culto, lo real y la ficción, adopta sistemas duales como las constantes y las variaciones, los funde en una homogeneidad plástica y conceptual donde se asoman la ambigüedad, el humor o la desenvoltura en unas ocurrencias desenfadadas.
Bajo el pretexto plástico y narrativo, se plantean todos los problemas fundamentales del arte, desde los aspectos meramente técnicos hasta los más trascendentales: cuestionar la perspectiva, el trompe-l´oeil, las posturas convencionales, revelar los medios con los que se logran efectos, con que se realizan las juntas, unificar tamaños de distintas procedencias, unificar figura y paisaje, figura y texto o equilibrar el color.
Entre las importantes exposiciones que incluyeron obras del Equipo Crónica destaca la muestra Mythologies quotidiennes, organizada el año 1964 en París por Gérald Gassiot-Talabot, que consolidó en Europa la importancia de la imaginería popular. También participaron en La figuration narrative dans l´art contemporain (1965) y Le monde en question (1967). En Alemania estuvieron presentes en la importante exposición de 1970, Kunst und Politik (Karlsruhe, Wuppertal, Colonia).
La unión de Solbes y Valdés fue tan estrecha, que el fallecimiento de Solbes hizo que el grupo desapareciera definitivamente
http://www.equipocronica.com/
http://www.artehistoria.jcyl.es/artesp/c ... http://www.myspace.com/equipocronica
http://lletra.uoc.edu/uploads/lletra/noms/merceibarz/pdf/incomodo.pdf http://es.wikipedia.org/wiki/Equipo_Cronica
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