viernes, 2 de septiembre de 2011

Rafael Argullol "Retrato con cabeza cortada "


                                                    Ojo de Georges Braque . 
                                Fotrografia de Bill Brandt 1960 (Colección de MOMA)
 
"El pintor alemán Hans Berg, agotadas todas las demás tentativas, ideó un procedimiento doloroso y cruel pero, a su juicio, bastante seguro. Consistía en extirparse el glóbulo ocular, sin seccionar el nervio óptico, de manera que, guiándolo hacia su cara y enfrentándolo a ella, pudiera por fin contemplar con exactitud cómo eran sus rasgos. Se miraría a la cara como nadie lo había hecho hasta entonces, sin espejos y sin trampas. Es verdad que su rostro aparecería mutilado, falto del ojo con el que lo estaba mirando desde fuera, pero aún así la fidelidad de la contemplación sería única.
Berg decidió que el ojo sacrificado sería el izquierdo porque era el que dirigía el dominio del campo visula. Y con este propósito se puso en contacto con diversos cirujanos. Ninguno aceptó, ni siquiera a cambio de grandes sumas de dinero. Sin embargo, estas negativas, que herían su orgullo de artista, aumentaba asimismo su determinación. Se dispuso a operarse a sí mismo. Durante un año estudio las técnicas quirúrgicas, y cuando tenía conocimiento suficiente, compró el material necesario para su cirugía.
Hombre apasionado pero también sistemático, Hans Berg dedicó tres meses a experimentar su método en animales muertos. Operó a perros y gatos, extrayéndoles siempre el ojo izquierdo. La dificultad mayor residía en el nervio, que no debía ser lastimado. Después de algunos fracasos encontró la forma de preservar el nervio óptico de los animales a pesar de haber arrancado el globo ocular. Pronto se consideró preparado.
El día elegido para su propia operación Hans BERG durmió hasta muy tarde y , tras el copioso desayuno, se inyectó un par de dosis de morfina. Pese a lo  que tenía que hacer, estaba de un buen humor rayano en la euforia. Bajó al semisótano, donde estaba su taller. Desde hacía semanas todo estaba dispuesto: instrumental médico, los paños asépticos, la potente lámpara de gas, el espejo que lo guiaría durante la intervención. Sin demorar su decisión, tomó un largo trago de aguardiente y empuñó el bisturí.
Las disecciones de perros y gatos le habían dado seguridad. No obstante, lo que le hacía sentirse más seguro era su talento como dibujante. Ayudado por el espejo, empezó a mover el bisturí como si fuera un lápiz. El dolor era muy fuerte pero Berg intentaba paliarlo con la suposición de que no estaba hiriéndose sino dibujándose.la sangre manaba en abundancia y tenía que limpiar constantemente la herida.
Con todo, en ningún momento ha cejado en su empeño. En medio de un dolor insoportable ha alcanzado el fondo del cuenco que sostenía el globo ocular, el cual ha cedido hacia delante por la presión del bisturí. A través de su ojo derecho Berg ha observado en el espejo cómo colgaba en su rostro el ojo izquierdo, vacilante en el extremo del nervio óptico. En un esfuerzo supremo, ha cogido el ojo colgante y, apartándose del espejo lo ha dirigido hacia él, hacia su cara. Entonces, por unos segundos, quizás por unas décimas de segundo, se ha producido el milagro: Hans Berg se ha visto como era realmente. A pesar de la horrible mutilación, era él, él contemplándose con una verdad que no tenía rival en ningún espejo, en ninguna pintura.
El cadáver de Hangs Berg fue encontrado por la noche, desangrado, en su taller de Marburgo. Acababa de terminar el día 26 de enero de 1836." 

Fragmento del capítulo "Extracto con cabeza cortada" (pág. 725) 
 Libro:"Visiones desde el fonde del mar"
 Autor:Rafael Argullol 
 Editorial: Acantilado (Barcelona 2010)


 







2 comentarios:

  1. Hola! tienes un regalito en mi blog. Espero que te guste. Besos.

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  2. Eres un encanto Julia, realmente una mujer con una sensibilidad especial. Quise dejártelo en tu blog pero no encontré el modo. Sabes que tienes todo mi apoyo. Mándame lo que desees que comparta¡¡ Un beso
    Susa

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